El tantra es un camino espiritual que ve lo divino en todo lo manifiesto. La creación y el creador se consideran uno. El cuerpo no se divide del espíritu.

Tantra entiende la dualidad como el roce que genera la vida: positivo-negativo, luz-oscuridad, hombre-mujer, energía-materia, sexo-espíritu, etc… Cuando esta dualidad deja de ser un roce conflictivo donde lo uno niega lo otro; cuando aceptas y comprendes tu propia dualidad; vivir se convierte en una danza gozosa, en una celebración. Tantra ni niega ni favorece el sexo, simplemente investiga la naturaleza humana tal y como es, sin ninguna evaluación moral. Un tántrico ama su cuerpo, su mente, su corazón y su espíritu. Su camino a la consciencia y al júbilo es la comprensión, aceptación y sensibilización de estos.

En una sesión de tantra traemos consciencia al fluir de la energía vital por tu cuerpo. Se te apoya a habitar el cuerpo físico y emocional, a liberar las emociones y tensiones guardadas del pasado en la coraza muscular para que puedas recuperar la inocente sensualidad del cuerpo, sensibilizarlo, habitarlo con gozo y recuperarlo como el templo de tu amor y consciencia viva y encarnada.

Solemos aconsejar un mínimo de 5 sesiones para que puedas experimentar e integrar algo de esta experiencia.

Este proceso conlleva: abrir la capacidad respiratoria, la fluidez en la fascia, la relajación del diafragma, del pericardio y de la zona pélvica, la toma de consciencia de cómo te relaciones con tu cuerpo y las creencias que bloquean tu vitalidad y gozo de vida.

Las técnicas del tantra también incluyen la sanación sexual y emocional. La salud del individuo se restablece cuando libera el pasado y se entrega al presente vivo aconteciendo. El masaje tántrico también está destinado a recordar el cuerpo como un fluir gozoso de energía vital. Un masaje tántrico no es un masaje erótico con final feliz, es un acto de profundo amor y meditación que unifica el cuerpo y te enseña a reconocer y expandir tu energía vital, sexual, emocional, creativa y dichosa de una forma natural, libre y responsable.

Como tendemos a pensarnos en vez de sentirnos , vivimos en un cuerpo fragmentado. Tantra contempla el cuerpo como una unidad. Todas las partes del cuerpo se consideran sagradas incluidos los pechos y los genitales. Cada parte del cuerpo expresa la energía vital de una manera distinta pero todas son honradas y se les devuelve la consciencia perdida por juicios o dogmas morales. Esto es un proceso sencillo y complejo al mismo tiempo porque liberamos todas las partes del cuerpo de sus memorias dolorosas y juicios castrantes para que la energía vital vuelva a fluir gozosa desde el sexo al corazón y del corazón a la cabeza.

Así que se puede decir que es un masaje holístico meditativo que incluye los genitales y que te enseña a respirar en cada parte del cuerpo y liberar su energía contenida. Por primera vez te enseñaran sin morbo o juicio, a reclamar tu energía sexual, sensual, amorosa y extática sin enfocarte en un objeto de deseo sino haciéndote cargo tu con absoluta totalidad. Eso te hace libre y te permite recuperar el amor propio que necesitas antes de compartirte con los demás.

De esta manera abordamos el cuerpo con absoluta y verdadera naturalidad inocente. Exento de juicios y comparaciones, en su natural fluidez, comodidad y libertad. Desviamos la atención de la mente al presente del cuerpo: ¿Que siento ahora?

Descubrimos los pensamientos y creencias que bloquean al cuerpo y a su energía vital, sexual, etc.. las cuestionamos y las liberamos de su carga emocional proveyendo el espacio para que nuevas experiencias puedan ser ancladas en el cuerpo, experiencias de fluidez, placer, fuerza, gozo, celebración, sensualidad, amor, confianza, además de proveer la contención para experimentar que atravesar los momentos dolorosos y aterradores es posible, que Tu consciencia puede sostenerlo todo.

Al exponer el cuerpo y ampliar la consciencia sobre sus capacidades de gozar y sentir sutilezas nos toparemos con la vergüenza, con el pudor, con el miedo y la desconfianza. Al exponernos a la escucha, a la investigación de nuestra energía sexual, del gozo, del placer, etc… nos toparemos con nuestros hábitos energéticos y nuestras creencias limitantes al respecto, moralidad dogmas, etc…

Una sanación va más allá de un contacto físico o puramente terapéutico, una sanación requiere de amor, de sabiduría y relajación y plena confianza. La sanación puede ocurrir en un segundo si se da el darse cuenta y la entrega al momento. Eso requiere plena confianza y relajación, algo que solo puede dar el amor que Es en Todo.

Es importante que leas esto, lo entiendas y consientas tomando total responsabilidad por todo lo que emerja en el proceso.

Serás tratado con absoluto amor y respeto y acompañado por tus paisajes internos. El facilitador será el guía. No está supeditado a tus deseos de satisfacción momentánea, si no al proceso que considera conveniente según las necesidades reales de tu ser. Te irá guiando y dando pautas para que aprendas a dirigir tu energía del sexo al corazón y de allí a todo tu ser. Te enseñará a meditar en tu cuerpo como templo y a canalizar tu energía sexual, emocional y espiritual para que reconozcas la plenitud de tu ser encarnado e incluyas todos tus aspectos. El facilitador te devolverá una y otra vez a ti mism@ para que seas dueño de tu propia energía y no la proyectes en él o ella. No hay contacto sexual entre el facilitador y el receptor.