06 Mar Mahamudra, el Gran Orgasmo
Hola queridos!
Aqui os inserto un texto de Osho de la época que nos hablaba sobre el Tantra.
En esta charla a mi me quedó claro que para que mi sexualidad fuera algo realmente gratificante y no solo recreativa o reproductiva, este acto requería absoluta presencia y amor por mi parte y que para eso primero había de amar a Dios dentro de mi y reconocer ese estado en mi y en el hombre.
El estado de ser, de compartir sin barreras ni metas, de entrega total a este momento presente.
Esto suena muy rimbombante pero no lo es, significa simplemente que cuando hago el amor siento dentro de mi si hay amor y confianza para entregarme en cuerpo y alma o si me estoy entreteniendo para gratificar otra cosa dentro de mi. En ese caso me solía pasar que tenía que esforzarme para que mi cuerpo realmente vibrara y se abriera.
Es Dios el que te conduce a conocer a tu maestro cuando estás listo y el que te conduce a encontrarte con una mujer o un hombre cuando lo estás, sea cual sea la forma en la que estés abierto a encontrarte.
Y si no te encuentras con el Otro, será que sigue queriendo que lo ames a El- Ella en Todo lo que Es.
Os abrazo,
Astiko
«El orgasmo es un estado en el que el cuerpo ya no se siente como materia; vibra como energía, electricidad. Vibra tan profundamente desde su origen y fundamento que te olvidas completamente de que es materia. Se convierte en un fenómeno eléctrico. Es un fenómeno eléctrico… Durante el orgasmo llegas a la capa más profunda de tu cuerpo, allí donde ya no eres materia, simplemente olas de energía ocurren, te conviertes en una energía danzante, vibrante. Ya no hay barreras todo pulsa sin substancia y el amado también pulsa. Y poco a poco si hay amor en los dos y en el uno para el otro y se rinden el uno al otro, se rinden a este momento de pulsación, de vibración, de desaparecer en ser energía pura y no tienen miedo… Porque es como morirse cuando el cuerpo pierde sus límites y barreras y se convierte en algo vaporoso. Cuando el cuerpo se evapora en substancia y se manifiesta como pura energía, un ritmo muy sútil y te encuentras a ti mismo como si no fueras. Solo en profundo amor y confianza puedes adentrarte ahí. El amor es como una muerte, te mueres como substancialidad, como imagen material, como sensación corpórea y renaces conociéndote como energía, energía vital que nunca nace y nunca muere… que se sigue transformando eternamente.
Y cuando el esposo y la esposa, o el amado y la amada, o los compañeros comienzan a vibrar en un ritmo, los latidos del corazón y del cuerpo se funden y sucede una gran harmonía, es entonces que comienza la energía orgásmica a liberarse porque ya no son dos organismos, se convierten en uno solo organismo pulsante. Eso es el significado del símbolo Ying Yang, el Ying penetrando al Yang y el Yang penetrando al Ying… el hombre fundiéndose en lo femenino y la mujer fundiéndose en el masculino. Ahora son un circulo, vibran como una unidad. El latido de sus corazones se aúna, ya no están separados, se convierten en una harmonia, es la música más hermosa posible.
La vibración de dos que se convierten en uno es orgásmica.
Cuando esto te sucede no solo con otra persona sino con todo el universo,
en tantra lo llamamos Mahamudra, el Gran Orgasmo!«
The Tantra Vision, Vol 2 (1977) OSHO