Meditación del Mes – Octubre 2019 – Me pongo en tus manos y me entrego a sentir

Muchas veces me vienen parejas a resolver sus conflictos, a reavivar su sexualidad o a vivirla desde otro lugar y me encuentro con que apenas pasan tiempo de calidad y de presencia el uno con el otro.

Parece que no hay tiempo en general para parar, para sentir, para despertar la sensualidad que surge naturalmente cuando uno está presente en el cuerpo y suelta el control.

Hay tiempo para el trabajo, los colegios, el banco, las gestiones, las tareas de casa y para el ocio pero no hay tiempo para la verdadera intimidad, para el espacio atemporal que crea verdadera intimidad y nutrición.
En Occidente vivimos dedicados al bienestar, aparentemente al placer y a la comodidad pero me encuentro con una resistencia muy grande al placer, al gozo y al éxtasis real.

Los requisitos para que el corazón y el cuerpo y el alma se llenen de gozo y de éxtasis son que el corazón esté relajado, el cuerpo fluido y el alma libre, que haya presencia y vitalidad, consciencia y amor.

En términos prácticos que haya tiempo y libertad de conceptos, preocupaciones y expectativas, y apertura para que la energía se exprese libre y en confianza con lo que suceda en el momento.

¿Que nos impide soltar el control y rendirnos aunque sea una hora al día o a momentos durante este, a simplemente ser, a no hacer, a estar con el ser de uno y con el ser del otro?

 

Vídeo: Anderson & Brenda – Hormone soup (Spirit Bird)

 

Podéis hacer un juego meditativo de vez en cuando que se llama: Me pongo en tus manos y me entrego a sentir.

Tomaros unas horas para cada uno, el mismo día o uno un día y otro en otra ocasión de encuentro.
Uno se entrega, suelta el control de lo que ha de acontecer y el otro tiene como propósito llevarlo a tener sensaciones tiernas, relajantes, placenteras, gozosas, alegres, etc… invitar a su sistema nervioso a relajarse, a abrirse al gozo, a entregarse, a soltar el control.

El que enfoca y dirige ha de hacerlo desde un lugar de relajación, de presencia, de escucha, de permitirse sentir al otro e invitar a su energía a descansar de la tensión del control, de la rigidez del control, del miedo a soltar primero y luego a nutrirse y gozarse, a expresarse y expandirse. Para escuchar y sentir la energía del otro y así guiarla has de improvisar, has de fluir y crear en el momento, has de ser consciencia presente y observar tu propia forma de control y miedo a no hacerlo bien, a hacer demasiado, demasiado poco, etc… Ya conocemos esa tensión, es antigua, sigue respirando, fluyendo, sintiendo el cuerpo y el corazón.

Involucra tu propio cuerpo, siente, huele, respira, baila, acaricia, mece, toca, canta, deja que tu creatividad se despliegue y asume el mando con amor por ti y el otro y encuentra tu propio placer en ello.

Si algo no es de su agrado, no te agobies, para, siente tus manos sobre el cuerpo, siente la inteligencia natural y el silencio dinámico de dos cuerpos contactando, siente el alma que se conecta a través de ellos, escucha y deja que el sentir te guíe. Dale espacio a no saber cual va a ser la dirección que va a suceder a través de ti. Tu eres el que guía y para eso te has de abrir a ser guiado, no por la mente que es un siervo, sino por la consciencia presente.

El que se entrega, entrega cualquier expectativa, idea, control de lo que va a suceder, naturalmente sigue presente en su cuerpo y a la escucha de sus sentimientos y sensaciones, validándolas y respetándolas.

Date el permiso de soltar, de entregarte, de no tener que ocuparte, ni decidir, ni juzgar, ni comparar, ni analizar, ni poner, ni quitar. Tu única responsabilidad es tomar consciencia de tu cuerpo y de tus emociones y de tu Ser, o sea experimentarte a ti , permitirte rendir el control, llorar, gozar, expresar, descansar, dejarte ser sin la tensión de ser alguien rígido y concreto y permitir que el otro te dirija, te mime y canalice maneras de intima presencia para que te sientas, confíes y goces.  Estate presente sintiendo el ritmo de tu respiración, relaja la exhalación, siente qué partes están más relajadas, cuales se tensan, como se siente la boca del estómago, las mandíbulas el suelo pélvico, el cuello,… permite que los pensamientos vayan pasando de largo, dile a tu secretaria interna que se tome unas pequeñas vacaciones, que ya atenderás a los asuntos del mundo y entrégate a este momento presente con total presencia y amor por ti.

Este juego meditativo puede implicar que se mueva el fuego sexual, si esto sucede centraos más en relajar y expandir la energía que en crear una excitación intensa que genera tensión y contracción y busca la liberación explosiva.
El que guía mantiene un clima presente y meditativo creando espacio para el placer si este se despierta, manteniendo la atención en la respiración, expandiendo la energía por todo el cuerpo, con caricias, bailando con los cuerpos, creando vibraciones con la voz, es un infinito campo de posibilidades el que aparece si os mantenéis en presencia respirando y relajando.

El que guía puede preparar previamente el espacio de encuentro de la manera más cómoda gustosa y bella que le parezca, con música o lo que se le antoje

Antes de empezar, (ya habréis decidido quien se entrega y quien guía) sentaros en silencio el uno frente al otro a una distancia que te permita entrar en ti y daros el permiso de traer toda vuestra atención al cuerpo, al momento presente, a sentir la vida aconteciendo en el espacio de tu consciencia. Entra en amorosa presencia dentro de ti y permite que el espacio y el silencio de tu ser se manifiesten y que los pensamientos se disipen como nubes.

No es un ejercicio de dominación, no se trata de empujar o doblegar, o mandar, eso es otro tema de investigación.
Aquí la premisa es rendirte a las sutilezas del placer, sentir las sutilezas en tu forma de controlar la energía, de tensarla, de sostenerla, de juzgarla, etc… y aprender a entregarse desde la relajación y la confianza. De esa manera no se crea adrenalina de excitación contractiva, que es placentera pero no nutritiva, ni fomenta amor, ni confianza, ni paz y abrimos la puerta para que la energía se expanda llena y preciosa de infinitas y creativas maneras, o que descanse profundamente en la confianza de ser presenciada y guiada con amor.

Sed cómplices en el juego y no contrincantes, hablad lo necesario, cantaos, recitaros poesía, escuchad el silencio, la calidez del cuerpo, el ritmo del corazón, sentid el aliento, los pelitos del brazo, la suavidad del lóbulo, etc…

Descubre la belleza de rendirte a este momento presente dejándote abrazar por la vida.
Sé consciente de tu resistencia a soltar el control para simplemente gozar sintiendo en plena presencia. Para algunos es una experiencia aterradora al principio, para otros es un anhelo profundo que no se permiten, para cada uno es diferente la manera en la que ha aprendido a protegerse del amor, de volverse blandito y esponjoso y sentir ese vértigo y esa vulnerabilidad.

Con amor
Astiko