Meditación del Mes: Junio 2018 – Haciendo el Amor

Para este verano que tendréis tiempo para practicar os mando una transcripción de un discurso de Osho sobre la práctica de la sexualidad tántrica. Como en el ashram de Osho meditar era la esencia de todo aprendizaje y hoy en día el camino tántrico está de moda y muchos os sentís atraídos por él sin haber profundizado en la meditación, añadiré detalles para que os sirvan en la práctica. Así pues no es literal la transcripción, esta detallada por mi.


Para hacer el amor desde el enfoque tántrico has de tener en cuenta tres cosas:

 

1- Una es antes de hacer el amor, medita. Nunca hagas el amor sin haber meditado antes, sino el acto íntimo se mantendrá puramente sexual y no conocerás las dimensiones de la energía ascendiendo y llenando todo tu cuerpo hasta que este vibra como energía pura en un campo expandido de consciencia.
Antes de encontrarte con tu hombre o con tu mujer deberías de expandir tu estado de consciencia y silenciar tu mente porque entonces el encuentro sucederá en un plano más elevado.

Durante al menos 40 minutos siéntate y trae presencia a tu cuerpo con una luz ténue.
Siéntate en silencio y habita tu cuerpo. Déjate sentir la respiración expandiéndose por él, sintiendo la pelvis llenándose y luego el espacio del corazón, del pecho. Percibe la ola respiratoria moviéndose entre el sexo y el corazón iniciando el movimiento de fusión y retirada natural al hacer el amor.
Si eres un hombre inhala llenando el corazón y el plexo y exhala entregando la pelvis y los genitales y con ello tu poder presente y creativo.
Si eres una mujer inhala recibiendo la vida en tu vagina y llenando el útero hasta el corazón y exhala entregando los pechos y con ellos tu amor.
Permite que la columna se columpie libre entre ambos polos.
Mas que un hacer es un observar de la respiración abriéndose camino naturalmente por el cuerpo.
Descubre como se mece el cuerpo inspirando y expirando mientras el diafragma se expande y relaja en cada inhalación y exhalación.

Enfócate en la sensación pura del cuerpo en este momento. Siente tus manos y la sensación en ellas, la planta de tus pies, y la sensación en ellas, la espalda y la pura sensación en ella, sin interpretaciones, simplemente sintiendo. De esa manera recorre todo tu cuerpo. Finalmente incluye el corazón y el vientre que son más vulnerables a estar coloreados por la emoción. Entra en la pura sensación de este momento. Finalmente siente todo el cuerpo al mismo tiempo como una unidad.
En esa toma de consciencia en quietud te estas preparando para que el cuerpo se mueva con más esponjosidad cuando llegue el momento del encuentro en el cual el movimiento de fusión sucederá entre los cuerpos.

Entonces cuando os encontréis para amaros en el cuerpo el movimiento de este, surgirá de las capas más profundas en vez de ser solo un roce de las periferias. Entonces el movimiento es una urgencia vibrante, tan vibrante que todo el cuerpo, cada fibra está lista para el movimiento esencial. Solo así podemos experimentar lo que llamamos el orgasmo tántrico.
Si os inspira podéis poner música suave, que dé un ritmo sutil al cuerpo.
Respira lentamente porque cuando hacéis el amor y sube el nivel de energía y de excitación, la respiración tiende a ir mas rápida, así que estate presente y ralentízala pero sin forzar, simplemente dando espacio.

Así que empezad meditando los dos y cuando estéis en un estado de presencia, en el cuerpo con la mente tranquila y los sentidos abiertos al momento presente entonces es el momento de amar. Entonces estaréis relajados y la energía estará fluida, no tensa.
Si no estas relajadamente expandido en presencia, en meditación , no hagas el amor.
Si no sucede la meditación, déjalo ya sucederá otro día. Daros tiempo, sin exigencias, ni expectativas.
Habitualmente hacemos lo contrario, vamos del mundanal ruido, de las ocupaciones, de nuestros conflictos y peleas y queremos saltar a hacer el amor. Entonces el acto puede ser una descarga pero raramente será nutritivo o satisfactorio, será más bien frustrante y te dejará vacío.

2- Lo segundo que has de tomar en cuenta antes de hacer el amor es:
Adora a tu mujer, a tu hombre, entra en devoción con ella, con él.
Así pues después de meditar sentaros el uno frente al otro desnudos y ofreceros devoción mutua, miraros a los ojos con el amor y la alegría del encuentro.
Tantra nunca sucede entre el hombre y la mujer, sucede entre el dios y la diosa que viven en uno, el ser exento de pasado y futuro, la magnificencia del Ser en cada uno de nosotros.
Es un gesto sentido muy significativo, toda tu actitud ha de ser de agradecimiento de devoción para que la personalidad pueda dar espacio a la consciencia eterna que vive en ti. Honraros, regalaros, poned flores a vuestros pies, expresaros vuestro cariño y apreciación.
Tantra no es una religión , es un camino que recuerda al espíritu que vive en nosotros en cada acto, no tiene un dios o una diosa, considera a todo ser humano como una encarnación del dios o la diosa.
Así pues el hombre se transforma en Shiva, la consciencia encarnada y la mujer se transforma en Shakti, la energía de la vida encarnada. Así pues en ese momento tu personaje es irrelevante, así mismo lo es tu pasado y tu futuro, también tu forma, tu condición y tu nombre, es el encuentro de la consciencia con la energía, de la presencia y del amor. No pretendas, no hagas nada que no surja de la verdad del momento, si esta actitud de gratitud, de devoción no es sentida por ti, no hagas el amor. No lo conviertas en un ritual vacío, la devoción ha de ser verdadera, sino no acontece la magia, sino estas falseando lo sublime, muchos hacen eso en nombre del tantra, se quedan en las formas, eso es lo único amoral que ensucia el acto íntimo.

Tantra no es ritual aunque haya mucho ritual y creatividad para honrar el momento y sus acontecimientos para darle la presencia que se merece. El ritual ayuda a enfocar la energía en el presente.
Tú, hombre, puedes repetir el ritual y engatusarla pero eso no es beneficioso, has de realmente sentirte presente con ella, inclinarte y tocarle los pies ha de ser un gesto verdadero y sentido. Realmente mírala, ella ya no es tu mujer o tu novia , ella es Shakti misma, la energía vital. Dale espacio a su divinidad, a encarnar lo divino y luego hazle el amor.
Si eres mujer también, siente profundamente tu amor y devoción por él y solo haz el amor cuando haya amor en ti…dale espacio a su consciencia a su divinidad.
Daros el espacio para sentir el anhelo de fusión.
Entonces la cualidad de vuestro encuentro cambia radicalmente.
Esta es la actitud del tantra frente al acto sexual, ninguna otra.

3- Entonces el tercer paso es rendir el cuerpo a esta fusión. Permite que este hacer el amor sea más un acontecer que un hacer. La expresión hacer el amor está equivocada el amor no se hace. ¿Cómo puedes hacer el amor? No es un hacer, es un estado. Puedes abrirte a él, permitir que te penetre, moverte con él, no lo puedes hacer y manipular. La mente occidental lo quiere manipular y controlar todo pero el amor es un estado del Ser. Permite que el amor, el anhelo de fusión te sobrecoja. Muévete conscientemente en ese acontecer, con parsimonia, no tengas prisa. Permitid que vuestros cuerpos se encuentren, se acaricien, se sientan, jueguen el uno con el otro. El cuerpo es como un instrumento musical, permite que su vibración crezca. Si os movéis con presencia y lentitud, de repente vuestras energías crecerán y se encontrarán al unísono, como si estuvierais poseídos, sucederá repentinamente y simultáneamente, entonces tantra es posible. Déjate mover por el amor, ríndete al anhelo de fusión del cuerpo.
Simplemente siente la energía descendiendo en ti y acompasa su movimiento a través de ti. A veces será tierno, a veces fogoso. Si se expresa con sonido, con gemido, permítelo, experimenta la expresión del amor a través de tu cuerpo en sus sonidos, sus vibraciones, sus movimientos, a veces expresará sentimientos, sensaciones, gestos, mudras, lo que acontezca naturalmente permítelo, no fuerces nada, no reprimas, síguelo. A veces te parecerá una locura, permítela, no tengas miedo porque es a través de tu permiso que Ello acontece.

Cuando los dioses hacen el amor puede ser sublime, puede ser salvaje. Muévete momento a momento con lo que surja naturalmente, no hay tabús ni inhibiciones y tampoco expectativas. Lo que sea que acontece como la verdad de este momento es precioso, es sagrado. Realmente, sin condiciones. No permitas que la mente lo manipule o lo dirija porque en ese momento se destruirá. No hay nada censurable en lo que acontezca naturalmente en el momento.
Nadie puede prever o controlar lo que va a acontecer, simplemente entrégate al vórtex divino. Te llevará a donde quiera. Simplemente estate disponible, dispuesto a moverte con ello, a desaparecer en Ello, no lo dirijas, déjate ser un canal, un vehículo para la energía. Permite que vuestras energías se encuentren a su manera. Desaparece en ella, en él, pura energía aconteciendo en un campo de consciencia.
Ya no estaréis amándos solo a través de los genitales, os estaréis amando a través de todo el cuerpo.
Todo tu cuerpo como hombre será el falo, ya no hay personalidad. Ese es el significado del Shivalingam, cuando Shiva hace el amor se convierte en el phalo, sin rostro, sin personalidad, pura consciencia llena de energía vibrante. Es muy hermoso. Toda la energía se ha expandido por su ser, ya no es un hombre, es pura energía. Tu como mujer también, pura energía vibrando, una vulva receptiva a la vida vibrando con ella, creando en ella, es un acontecimiento exuberante y trascendental.

Si entras en meditación antes y te rindes en amor y devoción todo acontecerá por sí solo, no temas. Entrarás en dimensiones orgásmicas que nunca antes habrás experimentado, a veces acontecerá que todo el cuerpo pulse y vibre orgásmicamente, empezarás a comprender que el orgasmo es independiente de la eyaculación.
Pues hay dos tipos de orgasmo, el orgasmo de pico y el orgasmo de valle. En el orgasmo de pico acontecerá la eyaculación, también en la mujer habrá una eyaculación de las energías sútiles.
En el orgasmo del valle no habrá eyaculación, es una corriente silenciosa que recorre todo el cuerpo, que se expande por todo tu ser, es sutil y poderosa al mismo tiempo. El orgasmo de pico es extático, el del valle es silencioso y revitalizante. Son diferentes aspectos de la energía aconteciendo, los dos son contemplados por el tantra.
Y cuando la energía se relaje, no os retiréis abruptamente, permanece dentro de ella y reposa, siente, sigue en comunión, reposa profundamente, celebra el momento, sentid la fuerza de la existencia que se ha movido en vosotros, es un rezo, un canto a la vida.
Da gracias a Dios, no juzguéis lo que ha acontecido, sea lo que sea está bien, no entres en lo que debería o no debería haber acontecido, “Ello” sabe, quien eres tu para juzgar, ríndete a la fuerza que os ha atravesado, a lo divino que se ha movido en vosotros y entre vosotros y permanece ahí en profunda gratitud.

 

OSHO