meditación del mes – junio 2015

SER PULSANTE

El corazón bombea la sangre por todo el cuerpo.
Distribuye nutrientes, vida y energía a cada célula.
Muy pocas veces eres consciente de que la danza de la vida dentro de ti baila al ritmo del corazón.
Tomar consciencia de ello contribuye a armonizar la energía vital con la vibración del corazón y del espíritu!

Encuentra una postura cómoda y relajada y centra tu atención en el corazón físico.
Silénciate y percibe su latido.
Al principio quizá no lo sientas o lo escuches. Sin esfuerzo alguno, a medida que te relajas y tu atención se vuelve hacia el interior de tu cuerpo lo percibirás con más nitidez.

Cuando sientas el latido con claridad, entra en el ritmo durante un rato, como si escucharas el ritmo conductor de una canción. Permanece presente en el ritmo y en la sensación de percusión interna durante al menos 15 minutos siendo consciente del bombeo en todo el cuerpo!

Ahora, juega!

Viaja con tu atención al dedo gordo del pie y siente el latido allí. Percibe la energía que se expresa, sientes otras partes del cuerpo participando…
Sigue viajando por el interior de tu cuerpo, ve a los tejidos del suelo pélvico, de los genitales, a la boca del estómago, a los dedos de las manos… a las venas, a los pechos, los pulmones… Déjate llamar por todas las partes del cuerpo que se van sumando a esta sinfonía, como si cada una fuera un instrumento que se va sumando marcando el mismo ritmo.

A veces me acuerdo del bolero de Ravel cuando hago esta meditación. Si no lo has escuchado, hazlo y sabrás de lo que hablo.

Poco a poco percibirás el ritmo y la alegría de esta gran empresa que es tu cuerpo, percibirás cada órgano, cada célula, cada neurona, leucocito, etc… sumándose con alegría a este proyecto de vida que tu eres… pulsando…  sentirás la participación incondicional de Todo, como una gran fiesta, increscendo…

Y al mismo tiempo percibirás el eterno silencio en el que te has sumido para tomar consciencia de este milagro.
El silencio que contiene esta sinfonía de vida pulsando en ti. Gran dicha!

Con amor para ti,

Asiko