La meditación del mes – noviembre 2012

Durante momentos puntuales en tu vida cotidiana, pequeños espacios en los que tengas unos segundos para desidentificarte del guión de la vida, párate e imagínate que tienes una fruta sabrosa en la boca, relaja los labios sensualmente, despega la boca, suelta las mandíbulas, juega con la lengua acariciándote los dientes y el paladar.

Al relajar la lengua y las mandíbulas automáticamente la importancia que le estas dando inconscientemente a tus pensamientos se disipa, se relajan las cuerdas vocales, las tiroides y las cervicales, y con ellas el pericardio que envuelve el corazón. Además se abre el suelo pélvico y automáticamente te bajas de la cabeza al presente.

Pruébalo siempre que te acuerdes y disfruta de un momento de sensual presencia!!!!!