Amor por cada momento compartido…

Tiruvanamalai ha sido nuestro último destino en este viaje. El viaje de aquí a aquí se acaba cuando el viajero después de tantas aventuras y observaciones se para un instante, la flecha de su atención y de su anhelo se vuelve hacia si mismo y surje la pregunta:

¿Quien soy yo? ¿Quien es el que ha estado viajando? ¿Quien es el que respira a través de mi? ¿Quien es el que vive a través de mi?

Ramana se hizo esa pregunta a los dieciséis años en un momento en el que le atacó un súbito terror a la muerte. Sobrecogido por ese tremendo miedo se dejó caer y en ese instante su consciencia se desidentifico de su cuerpo, de sus pensamientos y de sus sentimientos y se conoció a si mismo como lo que todos somos….eterna y cristalina consciencia que siempre ha estado y siempre estará…

Después del camino interior que cada uno de nosotros recorrió a su manera alrededor de Arunachala y que nos devolvió al bullicio de la vida cotidiana, llena de folklore religioso, tráfico,basuras, perros, vacas y todo lo que os podáis imaginar…. y del eco de la voz del devoto que inicia la meditación en la cueva de Ramana que continúa vibrando en nuestros corazones, celebramos con guirnaldas cena y flores, el amor de compañeros de viaje compartido.

Namaste

Y cuando el que viaja se da cuenta de si mismo también comprende que el propósito de este viaje es el viaje mismo y el amor compartido.

Como decía mi querido maestro Osho, ama todo lo que puedas instante a instante, es lo único que tu alma se puede llevar de este viaje por la vida.
Namaste con gratitud y amor por cada momento compartido!

Astiko[:en]

Tiruvanamalai ha sido nuestro último destino en este viaje. El viaje de aquí a aquí se acaba cuando el viajero después de tantas aventuras y observaciones se para un instante, la flecha de su atención y de su anhelo se vuelve hacia si mismo y surje la pregunta:

¿Quien soy yo? ¿Quien es el que ha estado viajando? ¿Quien es el que respira a través de mi? ¿Quien es el que vive a través de mi?

Ramana se hizo esa pregunta a los dieciséis años en un momento en el que le atacó un súbito terror a la muerte. Sobrecogido por ese tremendo miedo se dejó caer y en ese instante su consciencia se desidentifico de su cuerpo, de sus pensamientos y de sus sentimientos y se conoció a si mismo como lo que todos somos….eterna y cristalina consciencia que siempre ha estado y siempre estará…

Después del camino interior que cada uno de nosotros recorrió a su manera alrededor de Arunachala y que nos devolvió al bullicio de la vida cotidiana, llena de folklore religioso, tráfico,basuras, perros, vacas y todo lo que os podáis imaginar…. y del eco de la voz del devoto que inicia la meditación en la cueva de Ramana que continúa vibrando en nuestros corazones, celebramos con guirnaldas cena y flores, el amor de compañeros de viaje compartido.

Y cuando el que viaja se da cuenta de si mismo también comprende que el propósito de este viaje es el viaje mismo y el amor compartido.

Como decía mi querido maestro Osho, ama todo lo que puedas instante a instante, es lo único que tu alma se puede llevar de este viaje por la vida.
Namaste con gratitud y amor por cada momento compartido!

Astiko